Artista seleccionado: Claudio Roncoli
Ubicación en ArteBA: Galería Pabellón 4 - Stand J-90
Cita favorita: “No hace falta ser original, es suficiente con una operación conceptual; la selección, en vez de la creación.”


La historia de este artista es muy interesante y repleta de influencias, esto lo podemos ver en casi todas sus obras. Nacido en 1971 en el barrio porteño de San Cristobal cursó sus estudios en le Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y se recibió como Profesor Nacional de dibujo y pintura.
Es fanático de la serigrafía y del collage, técnicas que aún al día de hoy sigue perfeccionando con Andrea Moccio.

Claudio Roncoli tuvo una infancia que muchos niños podrían haber envidiado: su papá era dueño de una juguetería. Tenía al alcance de su mano un Disney World hecho a su medida: robots, lanchas, monitos músicos, fuertes apaches y soldaditos plásticos, trenes y otros tantos. Su universo de juguete alternaba con otro universo no menos fascinante: el de su escuela parroquial. Participaba activamente de las actividades de su iglesia, iba a misa, tomaba la comunión, fue scout y luego acólito. En su adolescencia, Claudio había decidido entrar en el seminario, quería ser cura. Pero después de dos años, con crisis, confusiones y fuerte curiosidades por el mundo, Claudio abandonó el seminario. Tenía quince años. Más tarde ingresó en la Universidad de Buenos Aires para estudiar Diseño Gráfico, pero estuvo allí sólo un año, pues había conseguido trabajo en un estudio de diseño y allí aprendía más rápido que en la academia que abandonaría prontamente.

De apariencia extravagante, portador de un look característico como lo son sus bigotes y su barba en forma de candado cuenta que en sus obras el intenta transformar cosas que todos conocemos. Pero no solo eso sino que se anima a mostrar a la mujer de una forma bastante arcaica, en donde la mujer es como una especie de manequinn y la presencia del varón (cuando aparece) es para imponer su hombría únicamente.
La técnica que utiliza es harto compleja, se trata de según palabras del artista “una técnica mixta sobre tela” lo cual puede traducirse como una imagen tigital intervenida con pintura. Los cuadros tienen varias etapas:
1) Busqueda de imágenes en revistas de época particularmente le intera los años 50, 60 y 70. Se inspira en revistas y seminarios orientados a la mujer.
2) Selecciona y recorta las imágenes no solo de las mujeres sino también de otros objetos.
3) Ese material seleccionado lo digitaliza y se “ponen a nuevo”, es decir se retocan para que no queden con ese look añejo.
4) La etapa del collage electrónico que luego imprime sobre una tela.
5) Esta tela impresa es intervenida con pintura la cual es aplicada con una espátula.
Esta técnica que el elige para sus cuadros nos comenta que le trae muchos problemas a la hora de exponer sus obras en algunas instituciones artísticas que tienen categorías fijas como “pintura”, “arte digital” o “fotografía”, lo cual al artista le parece demodé.

En sus obras plantea un mundo “demasiado” feliz, con lo cual hace preguntar al espectador si sería posible alguna vez lograr un mundo como este, y quizás es por esto que elegí este artista, por que cuando vi sus obras me llamaron la atención los colores en primer lugar, me acerqué y ví que estaba replelto de elementos con los cuales podía identificarme y por último por que se me planteo un deseo: que lindo poder lograr algún día vivir en un lugar asi.